SER MUJER, MADRE Y TRABAJADORA

INTRODUCCIÓN


Aún estando viviendo en una época en la que la lucha del feminismo está en su máximo auge y las políticas feministas están teniendo más fuerza que nunca, compaginar el ser mujer con el trabajo implica diversos problemas repletos de discriminación y estigmas por parte de la sociedad. Además, tiene muchas más complicaciones si le añadimos los ingredientes de ser mujer mayor de cuarenta años o el de ser madre.

 

En este artículo argumentaré los distintos obstáculos por los que tenemos que pasar las mujeres a la hora de buscar trabajo o en el mismo y los respaldaré jurídicamente ya que, hoy en día, existe muchísima legislación que protege nuestros derechos, aunque muchas veces no sea suficiente para garantizar una igualdad real.

EL SER MADRE Y LOS ESTIGMAS QUE CONLLEVA EN EL MUNDO LABORAL


Para comenzar, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), “de las más de 23.6 millones de mujeres con trabajo en el primer trimestre de 2023, más de 6,5 millones no tienen hijos o hijas”. Además, se calcula que alrededor de un 10% de mujeres decide libremente no ser madre, es decir, aproximadamente 650.000 mujeres no serán madres nunca por elección propia. A estas mujeres que, deciden no ser madre por decisión propia se las tacha, no pocas veces, de “egoístas” o de no ser “mujeres naturales”, como si el propósito de ser mujer fuese reproducirse y no vivir la vida que ellas verdaderamente quieren. Aunque como sociedad estamos avanzando en el hecho de que una mujer debe de ser libre para decidir sobre su propio cuerpo, estos comentarios tremendamente machistas siguen llegándole a las mujeres y, a la larga, se traduce en que haya menos mujeres en el ámbito laboral, ya que para muchas es muy difícil compaginar el ser madre con el horario laboral.

El estigma de no ser madre 

Para comenzar, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), “de las más de 23.6 millones de mujeres con trabajo en el primer trimestre de 2023, más de 6,5 millones no tienen hijos o hijas”. Además, se calcula que alrededor de un 10% de mujeres decide libremente no ser madre, es decir, aproximadamente 650.000 mujeres no serán madres nunca por elección propia. A estas mujeres que, deciden no ser madre por decisión propia se las tacha, no pocas veces, de “egoístas” o de no ser “mujeres naturales”, como si el propósito de ser mujer fuese reproducirse y no vivir la vida que ellas verdaderamente quieren. Aunque como sociedad estamos avanzando en el hecho de que una mujer debe de ser libre para decidir sobre su propio cuerpo, estos comentarios tremendamente machistas siguen llegándole a las mujeres y, a la larga, se traduce en que haya menos mujeres en el ámbito laboral, ya que para muchas es muy difícil compaginar el ser madre con el horario laboral.

Trabajar siendo madre y las legislación española que protege a las madres trabajadoras 

Aunque en la DUDH no existe un derecho a tener hijos (es decir, no hay un derecho a ser madre o a ser padre), la legislación española sí que protege a la madre trabajadora.

 

Algunas ayudas que se les proporciona son las siguientes de acuerdo con la Asociación Española de Pediatría y el Estatuto de los Trabajadores están en su artículo 37.

 

De todos modos, aún con todas estas ayudas legales, son muchas mujeres que se siguen viendo obligadas a tener que elegir entre continuar en su puesto de trabajo o ser madres debido a que muchas lo ven incompatible y/o no rentable económicamente

Familias Monoparentales

“En mi casa no hay abuelos y somos familia monoparental. A la guardería con 6 meses. Hasta las 17h, luego ya pagas canguro”.

Otra mujer argumenta: “Pero puedes trabajar, claro… ah, no, que nadie te contrata y las opciones en este país son de las que ‘por necesidad de la productividad’ que quiere decir SMI asociado a jornada rotatoria o partida que ni coincide con los horarios de escolarización de los niños ni llega para pagar que otro se quede con ellos”

Esta es la realidad de muchas mujeres en España, mujeres que están solas, con hijos y que se ven obligadas a pagar una guardería y, después, una niñera. Esto mismo subraya el hecho de que muchísimas mujeres que sí que quieren ser madres y trabajar al mismo tiempo, se vean obligadas a elegir entre una cosa u otra porque no les sale rentable ¿Existen ayudas para ellas? La respuesta es que sí, claro que hay ayudas, pero no son suficientes para que ellas puedan optar a ser tanto madres como mujeres trabajadoras.

Algunos ejemplos de ayudas son las siguientes: la existencia de una pensión o prestación temporal por viudedad; pensión de orfandad; o prestación de orfandad cuando los ingresos familiares son especialmente bajos; una prestación económica por nacimiento; un subsidio de 1000 euros por el nacimiento; deducción fiscal si el hijo/a presenta una discapacidad; ayudas financieras para nacimientos o adopciones múltiples; y deducciones para la declaración del IRPF.

Además, Valencia presenta una deducción de 300 euros y 600 euros para algunos casos específicos.

Igualmente, ser una familia monoparental puede ser durísimo y puede generar mucho estrés, ansiedad y fatiga mental porque una debe de “buscarse la vida” para poder tener la balanza perfecta entre el horario laboral y el cuidado de un hijo cosa que a muchas se les hace extremadamente complejo. Además, como es un nuevo modelo de familia y no se ve tanto como se ven las familias convencionales, parece que la gente no se da cuenta de lo difícil que es y de los sacrificios que conlleva.

Para terminar con este punto, según un informe de Save the Children, dos de cada diez madres solteras que se hacen cargo de sus hijos ha tenido algún trastorno mental relacionado con la depresión o con la ansiedad. Por mucha ayuda psicológica que les pueda proporcionar el Estado, lo que más ayudaría a estas mujeres son políticas efectivas y legislación que verdaderamente les ayude a compaginar tener un trabajo con un salario digno y horarios flexibles con el cuidado de sus hijos.

Madres autónomas

Otra mujer explica lo siguiente: “Cuando nació mi hijo yo era autónoma y contratar a alguien que me sustituyera costaba más de 3 veces mis ingresos, así que nada de baja de maternidad. Dos días y medio en el hospital, uno de finde y otra vez al trabajo, con la cesárea recién hecha (sí, esa que te cortan 7 capas de tu cuerpo para sacar al niño) sin poder descansar el mes de baja prescrito”.

Otra añade: “Hazte autónomo si eso, emprende, a ve si alguien te da un crédito para arrancar o si das con la clave de algún tipo de salida profesional que mágicamente te permita conciliar y ganar un salario digno para mantener a tu familia. Sigue soñando.”

Finalmente, otra mujer dice: “Al cerrar el negocio, a buscar trabajo. ¿Opciones para madres mayores de 40 años? El paro y los subsidios… ah, no, que los autónomos no cobran paro y las prestaciones de supervivencia urgente tardan mínimo un año y medio en tramitarse y no llegan al SMI.”

De acuerdo con un artículo escrito por “Infoautónomos”, se calcula que ⅓ de trabajadores autónomos son mujeres (ha habido un incremento del 7,9% en los últimos 10 años). De todos modos, el emprendimiento femenino se sitúa en el doble que el masculino, pero se ven forzadas a abandonar su futuro laboral porque deciden ser madres, sienten una obligación a elegir una cosa u otra lo que implica que las ayudas que reciben no son suficientes y que la lucha feminista todavía tiene que hacer mucho por la mujer trabajadora.

Igualmente, enumeraré las ayudas que tienen las trabajadoras autónomas que son madres ya que opino que puede ser de gran interés para algunas personas.

Toda madre autónoma tiene derecho a las 16 semanas ininterrumpidas como cualquier trabajadora. Para poder disfrutar de la ayuda por maternidad se deben de cumplir dos requisitos:

  • Estar dada de alta en la Seguridad Social y en Hacienda y estar al día de los pagos. Hay 30 días para ponerse al día y que puedan aceptar a estas mujeres.
  • Tener cubierto un período mínimo de cotización aunque esto no se exige si la madre es menor a 21 años.
  • Se debe de comunicar el parto los siguientes 15 días y se debe de presentar el DNI, rellenar el modelo oficial de Declaración de situación de actividad; el informe de maternidad; y el libro de familia o certificado de inscripción del menor en el Registro Civil.
  • Si no se ha cotizado lo suficiente, hay una pensión no contributiva por maternidad que dura 42 días naturales, pero se puede ver extendida en circunstancias especiales.

Además, el Estado les garantiza diversas bonificaciones y prestaciones. Una bonificación de interés es la que se centra en la conciliación familiar vinculada a la contratación (obliga a la mujer a tener a un sustituto contratado mientras ella sigue dada de alta como autónoma lo que, a mi juicio, solamente incita a que la mujer se deje el trabajo y se centre al completo en su familia).

En relación a toda esta información, el punto siete del artículo 7 del Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación modifica el artículo 38 de la  Ley 20/2007, de 11 de julio, del Estatuto del trabajo autónomo. Habla sobre la bonificación de la Seguridad Social tras el nacimiento o adopción. Además, el artículo 8 de este Real Decreto  habla sobre las bonificaciones a las trabajadoras autónomas que se reincorporen al trabajo en determinados supuestos, entre ellos el ser madre.

Mujeres que no tienen los suficientes recursos 

Según un artículo de La Vanguardia escrito por Martí Paola, durante los primeros tres años de vida del niño, desaparecen aproximadamente 42.600 euros de la cuenta en gastos solamente para el recién nacido. Teniendo en cuenta que el SMI se sitúa hoy en día en España a 1.134 euros, no se le hace posible a una mujer que tenga este sueldo ser madre por mucho que ese sea su sueño.

Por lo tanto, para concluir este primer punto se podría decir que, aunque cada vez se hable más de feminismo y el 8M esté a la vuelta de la esquina, todavía hay mucho trabajo por hacer ya que la realidad de muchas mujeres no se tiene en cuenta y no se les deja elegir libremente sobre su propio cuerpo y sobre su propia vida.

ENCONTRAR TRABAJO SIENDO MUJER EN EDAD AVANZADA


“No te preocupes, si eres mayor de 45 años los de RRHH ni se van a molestar en entrevistarte, lo de ser mujer parece que no le gusta a la mayoría de las empresas y si aún así tienen la duda, la maternidad las aclara. No, trabajo para ti no hay”.

 

Hay que recalcar que el Estatuto de los Trabajadores sí que habla del derecho a no ser discriminado por edad en sus artículos 4 y 17. Hoy en día las empresas buscan a “gente joven” y, por lo tanto, dejan atrás a mujeres excelentes, con gran potencial, por el mero hecho de tener una edad más avanzada. De hecho, hoy en día, la edad es la mayor discriminación en el ámbito laboral ya que el 22% de trabajadores españoles admiten haber sufrido discriminación por ser trabajadores senior.

 

Si a la discriminación por edad, le añadimos la discriminación por género que se sitúa en el 14%, se llega a la conclusión de que las mujeres mayores son de las que más discriminación sufren en el ámbito laboral. Es aquí donde se demuestra que la mujer en el trabajo sufre una doble discriminación por edadismo y por género De hecho, para recalcar este punto, una mujer dice: “Pero, ¿tú no tenías formación y experiencia? Tenía y tengo, sí. En España eso es tan útil como un destornillador de cartulina. Haz agenda”.

EL EFECTO DE LA PANDEMIA DEL COVID-19 EN LA VIDA LABORAL DE LAS MUJERES Y DE LAS MADRES


Tras la pandemia, muchas mujeres han acabado trabajando todavía más que pre-pandemia debido al incremento que ha habido en los cuidados domésticos. Esto ha hecho que las mujeres hayan tenido que reducir su jornada laboral debido al desgaste mental y exceso de trabajo o, incluso, dejar sus trabajos para centrarse en el cuidado de los más pequeños. Por tanto, la pandemia también ha causado un crecimiento en la obligación de elección de las mujeres respecto a sus futuros: ¿centrarse en los cuidados o en el trabajo?

SER MADRE EN ESPAÑA DE ACUERDO CON LO QUE DICE LA UNION EUROPEA. “ESPAÑA, EL FURGÓN DE LA UE.”


Según todo lo que se ha mencionado anteriormente, no es de extrañar que España sea el país con bebés nacidos de madres mayores de los 40 años de edad, de acuerdo con los datos de Eurostat. ¿Por qué ocurre esto? Es muy simple, por las dificultades económicas, el coste que requiere tener un hijo en comparación con las pocas ayudas que hay, por el puesto de trabajo que una tiene y su horario. Esto se traduce en que tener un hijo en la sociedad actual es algo que, por mucho que se quiera, se vuelve algo complicadísimo y desesperante además de prácticamente imposible para muchas mujeres.

CONCLUSION


Se nos juzga si no queremos ser madres o si lo somos demasiado tarde pero, ¿Cómo vamos a ser madres a una edad “normal” si no se nos proporcionan todas las ayudas que necesitamos para poder compaginar un horario laboral con un sueldo digno con el cuidado de una familia? Está claro que es bueno que cada vez se esté hablando más y más del feminismo, pero todavía se debe de hacer un esfuerzo mayor en poder proporcionar lo que se necesita para que una mujer no se vea obligada a elegir entre el trabajo o el ser madre y pueda hacer con su cuerpo lo que ella quiera.

 

 

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