CONTRIBUYEN, TRABAJAN, EMPRENDEN: LA REALIDAD ECONOMICA DE LA MIGRACIÓN EN ESPAÑA

En un contexto marcado por el envejecimiento de la población, la escasez de mano de obra en sectores clave y los retos de sostenibilidad del sistema público, los datos recientes confirman una realidad cada vez más evidente: la población migrante es un pilar económico en España.

  • Un hito histórico

Por primera vez, España ha superado los 3 millones de personas extranjeras afiliadas a la seguridad social, lo que representa cerca del 15% de la fuerza laboral activa. Este crecimiento refleja no solo la integración de los migrantes en el mercado laboral, sino también su papel fundamental en el sostenimiento del sistema de pensiones y servicios públicos.

Los colectivos más numerosos en afiliación proceden de Marruecos, Colombia, Venezuela, Rumania e Italia, y su inserción laboral se da en sectores esenciales para la economía nacional.

  • Sectores clave con alta presencia migrante

Las personas migrantes ocupan puestos en ámbitos especialmente sensible a la escasez de personal:

  • Hostelería y turismo
  • Construcción
  • Agricultura y ganadería
  • Cuidado de mayores y trabajo domestico
  • Comercio y servicios personales

En muchos casos, los trabajadores extranjeros aceptan empleos con condiciones que no atraen a la población nacional, garantizando así la continuidad de actividades económicas vitales, especialmente en zonas rurales o despobladas.

  • Impacto económico y fiscal positivo

Diversos informes del Banco de España y organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) confirman que la migración tiene un impacto fiscal neto positivo: las personas migrantes aportan más al Estado de lo que reciben en ayudas o servicios

Además, destaca el aumento del número de autónomos extranjeros, lo que indica una clara tendencia hacia el emprendimiento, la creación de empleo y la dinamización del tejido económico local.

  • Realidades regionales

En comunidades como Galicia, con más de 175.000 residentes extranjeros, se ha evidenciado como la migración permite:

  • Paliar el descenso demográfico
  • Cubrir vacantes laborales
  • Aportar diversidad y dinamismo a la economía local

No obstante, muchos migrantes trabajan por debajo de su cualificación, debido a obstáculos para homologar títulos o regularizar su situación administrativa.

  • Desafíos

Pese a su contribución económica, las personas migrantes enfrentan desafíos estructurales:

  • Burocracia excesiva y tiempos de espera prolongados en trámites de extranjería
  • Falta de reconocimiento de títulos profesionales extranjeros
  • Mayores tasas de temporalidad y precariedad laboral
  • Casos de discriminación laboral y social

CONCLUSIÓN

Los datos son claros: la gran mayoría de las personas migrantes en España trabajan, cotizan y contribuyen activamente al desarrollo económico y social del país. Mas de tres millones están dados de alta en la Seguridad Social, ocupan puestos esenciales en sectores como la hostelería, la construcción o el cuidado de personas, y muchos incluso emprenden y generan empleo.

Es importante subrayar que la migración no es sinónimo de delincuencia, aunque ciertos discursos mediáticos o políticos intenten vincularla con la inseguridad. Esa visión distorsionada ignora el esfuerzo diario de miles de personas que han venido a España a buscar una vida mejor, aportando con su trabajo y su compromiso.

Reducir a los migrantes a estereotipos como “ladrones” o “ilegales” no solo es injusto: es falso y perjudicial para la convivencia. España necesita una mirada realista y humana sobre la migración, basada en datos, no en prejuicios. Porque detrás de cada número hay una historia de esfuerzo, superación y contribución al país que los acoge.

¿Te parece interesante? ¡Comparte!

Share on email
Share on linkedin
Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp